Desde que empecé mi aventura en este blog, supe que quería dedicar una entrada a mi compañero de vida.
A lo largo de este bloque del máster, se han
tratado temas como el abandono escolar, las segundas oportunidades, la formación
profesional vs estudios universitarios etc
Voy a contextualizar paso a paso por qué he
decidido hablar de mi pareja y qué relación tienen todos los conceptos que he
mencionado arriba con él.
Siempre que miro atrás, veo que he seguido
los escalones del sistema educativo a rajatabla, no me he saltado ninguno y
siempre me pregunto: ¿tenía claro qué quería estudiar a los 18 años? ¿Qué me llevó a estudiar
idiomas?
Mi pareja no tuvo la misma trayectoria que
yo. Con 16 años decidió que no quería seguir estudiando y empezó PCPI de
mecánica. He de decir que nadie de su centro se molestó en saber las causas por
las que dejaba la ESO inacabada o las razones por las que había repetido dos
cursos seguidos. En su primer año de PCPI hizo las prácticas en un taller donde
se quedó finalmente a trabajar sin terminar el segundo año. Todo iba bien hasta
que, por la llegada de la crisis, el taller cerró y tuvo que replantearse su
futuro. Tras varias experiencias laborales complicadas, decidió volver a estudiar.
Se enteró de que todavía tenía la oportunidad de realizar el segundo año de
PCPI por lo que se apuntó de nuevo y se sacó la ESO en un año.
Al terminar la ESO, se apuntó al Bachillerato
con adolescentes a los que sacaba 2 años, pero eso no le echó para atrás porque
tenía muy claros sus objetivos: un grado superior en programación.
A pesar de que no necesitaba un Bachillerato
tecnológico para entrar en el grado superior, eligió esta opción y lo
consiguió.
Al terminar el Bachillerato, tenía muy claro
lo que quería hacer después. Y aquí viene la diferencia más importante entre
cómo actuó él y cómo lo hice yo. Él, al tener dos años más que yo en el momento
de tener que decidir (20 años), lo hizo desde una perspectiva más madura y fue
comparando qué salidas tenía cada una de las opciones que tenía en mente.
Yo, elegí lo que me gustaba, sin tener en
cuenta a qué me dedicaría más tarde. No sé si sería la falta de madurez o de
conocimiento, pero creo que a esa edad no estaba preparada para tomar ese tipo
de decisión que marcaría mi vida adulta.
Hoy en día, se dedica a lo que le gusta que
es la programación y le admiro porque, a pesar de abandonar la ESO, se dio
cuenta a tiempo de que tenía que formarse e hizo lo imposible por alcanzar sus
objetivos. A día de hoy, sigue formándose cada día fuera del trabajo, haciendo
cursos, viendo vídeos, leyendo artículos y para seguir ascendiendo en su
profesión, está estudiando inglés.
Soy feliz de poder compartir mi vida con una
persona a la que le apasiona lo que hace, la que se preocupa por su formación y
la que me “contagia” sus ganas de comerse el mundo.
Qué bonito María, gracias por compartirlo <3
RépondreSupprimer¡Qué bonita historia! ¿Qué edad consideras que es la adecuada para elegir los estudios superiores?
RépondreSupprimerHola Celia! Pues la verdad que eso depende de la persona, cada uno maduramos a un ritmo diferente. Pero creo que al acabar el instituto, todos nos tendríamos que tomar un año para trabajar en algo, aprender un idioma en el extranjero... Vivir experiencias diferentes que nos ayuden a tomar esa decisión tan importante.
SupprimerQué bonito que hayas dedicado una entrada libre para hablar de vuestras dos experiencias, creo que es muy enriquecedora para todos nosotros.
RépondreSupprimerHola Alicia :) me alegro de que te haya gustado !
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